Nos encontramos en una panorámica de celeridad de los cambios. No es nuevo que las empresas están avanzando hacia modelos donde prima el propósito, y no únicamente la rentabilidad económica, pero esto ya no es un cambio progresivo, sino exponencial respecto a la situación de la pandemia mundial. La necesidad de idear nuevos canales de comunicación e interacción o la forzada globalidad (con sus aspectos negativos y positivos) hace que la integración, no solo su reporte, de los criterios ESG en la cadena de valor de las compañías, sea esencial. La COVOD-19 nos ha hecho fijar la vista en lo esencial, en el propósito, y en el impacto social y medioambiental que, conjuntamente con la legítima búsqueda de rentabilidad económica, debe inspirar a la empresa de hoy en día.
Contamos con Carlos Ballesteros, Director de la Nueva Cátedra de Impacto Social de la Universidad Pontificia Comillas, como ponente.